Santos quedó eliminado de Copa Sudamericana en Brasil ante el débil Deportivo Táchira de Venezuela, tras igualar 1-1 en los 90 minutos (mismo resultado de la ida) y luego perder en la definición a penales por 4-2.

El Peixe llegó a esta instancia luego de dejar en el camino a Unión La Calera en la fase de grupos, en un partido muy accidentado donde incluso un hincha brasileño entra a la cancha después del partido para agredir al jugador cementero Matías Fernández.

Y al parecer esa hinchada no aprendió nada, ya que nuevamente protagonizaron incidente en el estadio Vila Belmiro. Actos de vandalismo se registraron por parte de los fanáticos, indignados por la eliminación de su escuadra.

Eso provocó la intervención de la policía brasileña, que debió lanzar gases lacrimógenos para contener los desmanes que estaba provocando la hinchada, algo que afectó al elenco visitante que esperaba retirarse al hotel.

"Amigos de Conmebol por favor, necesitamos garantías en cuanto a seguridad, nuestros jugadores están encerrados, lamentablemente hay bombas lacrimógenas, pedimos que haya orden, tranquilidad", comentó el presidente de Táchira Jorge Silva en su Twitter, preocupado por la situación.

Una hora después el mismo dirigente manifestó que "ya nuestro equipo está en el hotel de concentración, gracias a Dios no pasó a mayores el susto en el estadio", para darle tranquilidad a los familiares de sus jugadores.

Lo cierto es que Santos se ha salvado de los castigos por parte de la Conmebol a pesar de los evidentes disturbios ocurridos en su cancha. Habrá que ver si después de lo que sucedió anoche sí son castigados para sus futuros encuentros en torneos internacionales.