El fútbol italiano es para los duros y la conversación cara a cara es una obligación. Por eso, el entrenador del Bologna, Sinisa Mihajlovic, estaba esperando que Gary Medel volviera de sus vacaciones para poner un tema complejo sobre la mesa.
El Pitbull venía llegando de jugar la Copa América como titular por la selección chilena y descansó posteriormente en España, a sabiendas de que se vendría dura la mano cuando regresara a la Emilia-Romaña.
Y lo que anunciaba la prensa terminó consolidándose. El director técnico serbio, que en su minuto fuera compañero de Marcelo Salas en la Lazio, le comunicó a Medel que no estaba en la primera línea de sus planes, ni mucho menos.
Así lo graficó Il Corriere dell Sport. “La relación entre el chileno y Sinisa está rota, sin que Medel acepte (aunque legítimamente) tener un rol de actor secundario en el Bologna”, sentenció el diario italiano ante el choque de camiones en el elenco rossoblú.
La pugna está clara. Mientras Medel quiere continuidad en el juego para estar en forma de cara a una temporada marcada por los numerosos compromisos por las Eliminatorias Sudamericanas para Qatar 2022, Sinisa tiene otros planes.
En ese sentido, la idea del técnico es que el hombre formado en Universidad Católica ocupe el lugar de alternativa de características flexibles. Ante la emergencia puede ser incluso defensor central, pese a que el serbio está buscando refuerzos en esa posición.
El síntoma se ratificó en los últimos amistosos del Bologna contra Liverpool, cuando Mihajlovic alineó un equipo de suplentes en el segundo apronte y Medel, para mala suya, cometió el penal que sentenció la derrota de su equipo.
En estas condiciones, no debiera sorprender que Medel le metiera presión a Boca Juniors para que concrete un supuesto interés en sus servicios. “No hay paciencia, porque tengo 34 años y tiene que ser ahora ya”, explicó el Pitbull.
En ese sentido, el Pitbull aclaró que “el año pasado estuve un poco complicado con las lesiones, me rompí tres veces el gemelo, pero este año anduve bien en la Copa América y me siento en un buen momento”.
Una preocupación que se extenderá seguramente durante agosto y que pone dudas sobre el estado en el que pueda llegar Medel a la triple fecha eliminatoria de septiembre, cuando la selección chilena se juegue la vida para mantener en alto la opción mundialista.