Este domingo el Manchester United derrotó por 3-2 al Liverpool y avanzó a los octavos de final de la FA Cup. Más allá del resultado, en redes sociales, descubrieron una curiosa escena en aquel partido.

Andrew Robertson, defensor de los reds, protagonizó una situación que incluso fue catalogada como antideportiva entre los expertos.

Tal como en el barrio, el jugador escocés apeló al conocido "marullo" como último recurso, cuando vio que ya no podría alcanzar a robarle el balón a Mason Greenwood.

El delantero de los diablos rojos llegó hasta el área rival y justo antes de disparar recibió un grito en la oreja de parte de Robertson.

Eso sí, aparentemente, el lateral del Liverpool no logró su objetivo de desconcentrarlo, pues el delantero no se puso nervioso y anotó el 1-1 parcial venciendo en el mano a mano a Alisson.

Los otros goles del Manchester United fueron marcados por Rashford y Bruno Fernandes, mientras el Liverpool descontó a trevés del egipcio Mohamed Salah en dos ocasiones.