Si alguien le decía a Adríán San Miguel que su primera semana como portero suplente del Liverpool iba a ser como es, jamás lo hubiese creído. Desde que Alisson Becker se lesionó en el debut en la Premier League, se cargó de responsabilidad.
El guardameta español no solo debió reemplazar al brasileño frente al Norwich sino que se encargó de defender la valla red en la Supercopa de Europa, frente al Chelsea, donde fue el héroe al detener el último penal de la tanda decisiva.
Estuvo en duda para enfrentar al Southampton por una dolencia muscular causada por un fanático que saltó al campo en Estambul para celebrar la conquista continental pero llegó a tiempo para la segunda fecha de la liga inglesa.
Todo iba bien hasta el minuto 83 con Liverpool ganando 2-0 y ahí llegó su gran error: quiso salir jugando pero el resultado fue desastroso, el balón rebotó en Daniel Ings y terminó en el fondo de la red. El marcador no se movió más, pero la montaña rusa en la vida de Adrián continúa.