Este lunes por la noche en Seúl, el Tottenham realizó una práctica de dos horas frente a seis mil fanáticos en el Estadio de la Copa del Mundo.
A la primera media hora el extremo sueco, Dejan Kulusevski, se fue por el túnel en lo que parecía ser un problema en la pantorrilla.
Luego, la mayoría de los jugadoes parecía estar lidiando bien con las condiciones del entrenamiento, hasta que Antonio Conte dispuso hacer una últimas carreras de campo.
Al mando del instructor de acondicionamiento físico, Gian Piero Ventrone, el equipo tuvo que dar hasta 42 vueltas a la cancha, que tiene 105 metros de largo.
El primero en caer fue la estrella del equipo, Harry Kane, quien colapsó y quedó agachado, vomitando al borde de la cancha, según reportan en medios ingleses.
Pero el que se vio más afectado fue el jugador local Son Heung Min, quien se desvaneció y terminó quejánose, mientras se revolcaba en el pasto.
Los hinchas coreanos se quedaron en silencio cuando vieron a Son en el suelo, en tanto, que Harry Kane se acercó a ayudarlo y entregarle ánimo.
