Se juega la final de la Supercopa en el Estadio Santa Laura entre Colo Colo y Universidad de Chile. El Superclásico se toma la jornada de este domingo y, por el momento, es para fomentar la alegría azul.
Esto, porque, tras el primer tanto de Matías Sepúlveda, el elenco laico consiguió un segundo tanto por medio de Nicolás Guerra, tras un bombazo de Javier Altamirano, que rebotó en el travesaño.
Lo increíble es que la jugada partió de una posesión de Colo Colo. El cuadro popular no ha sabido hilar fútbol, lo cual, sumado a las lesiones de Javier Correa y Jonathan Villagra, ha perjudicado a Colo Colo.

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Un saque de banda horrendo
Partió en el sector azul y en manos albas. Erick Wiemberg realizó un saque de banda que terminó yendo a ninguna parte, aunque en sus inicios buscaba los pies de Salomón Rodríguez.
De allí en adelante, los azules no le cedieron en ningún momento la pelota al Cacique y, con un tiqui-taca, terminó generando una jugada tremenda, que terminó en el tanto de Nicolás Guerra.
Rabia desde el banco
La situación generó odio profundo en el banco de Colo Colo. Arturo Vidal terminó pegándole un combo a uno de los bolsos del cuerpo técnico, demostrando su rabia por el mal juego albo.

Y eso que, antes de que entrara Salomón Rodríguez, el propio Arturo Vidal le fue a dar su bendición directamente al charrúa. En la jugada del saque de banda, si bien el cobro fue malo de Wiemberg, tampoco es que el uruguayo la haya peleado…
Finalmente, y por si fuera poco, Mauricio Isla le pegó a su propio compañero, Jonathan Villagra y el jugador del Cacique tuvo que ser reemplazado por Daniel Gutiérrez, tras una fuerte contusión en la cabeza. La verdad es que la suerte no es alba hoy.

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