Hace medio siglo el fútbol chileno pudo sumar su primera Copa Libertadores, pero el título fue para Independiente de Avellaneda. Los argentinos levantaron la Copa Libertadores 1973 con escándalo ante Colo Colo, y eso que no existían entonces las redes sociales ni la actual tecnología de los medios de comunicación.

Colo Colo debió esperar hasta 1991, pero el sentir del hincha nacional es que la falta de trofeos en los torneos internacionales de clubes chilenos, especialmente en la Copa Libertadores, tiene al menos algo de “robos”. Esto antes y después del trofeo conquistado por los albos.

Paulo Flores, Florete, cumple 40 años de trayectoria como comunicador este 2023 tras su prematuro arribo a los medios. El experimentado relator de tantas batallas de los clubes nacionales y la selección chilena en el concierto internacional es voz autorizada al ser consultado por los robos a equipos chilenos en Copa Libertadores.

“El reportaje de Colo Colo 73 abre muchas heridas con respecto al fútbol chileno. Yo entonces tenía tres años, pero con el tiempo uno va entrevistando gente, trabajé con muchos de ese plantel que después pasaron a las comunicaciones. Este reportaje vuelve a abrir los ojos de que en la Copa Libertadores aparte de ganar equipos buenos, se ayudaban comprando árbitros y hasta guardalíneas, como lo dijo Grondona”, dijo Florete a RedGol.

Colo Colo 73 y Cobreloa 87

“El robo más grande es indudablemente el a Colo Colo 73. El empujón a Adolfo Nef, el gol anulado a Carlos Caszely y otras cuantas cosas que sucedieron”, sostiene Paulo Flores. Y agrega que “también hay otros dramas chilenos en la Copa Libertadores: si hay un robo a mano armada contra Cobreloa es la semifinal del 87. Estuve presente en Cali, y si Cobreloa ganaba ese partido al América de Cali pasaba inmediatamente a la final contra Peñarol”.

“Cobreloa ganaba por 0-1 con gol de Juan Carlos Letelier y lo empata Juan Manuel Bataglia en el segundo tiempo con un golazo faltando 30 minutos para el final. Y hay un contragolpe fulminante de Héctor Puebla y el defensor Víctor Luna literalmente le corta las piernas al Ligua en el área. El árbitro del partido se hizo el leso. Con ese partido Cobreloa accedía a la final y fue un robo total”, complementó.

La U 1996 contra River y el árbitro Alfredo Rodas

“Y el robo increíble a Universidad de Chile en las semifinales de Copa Libertadores 1996. El penal del arquero Germán Burgos al Huevo Valencia. Yo estaba relatando para Radio Monumental ese partido y estaba frontal a la jugada. Fue falta a mano armada esa falta penal y después Marcelo Salas falla de forma increíble al arco pensando que era gol para la U o que cobraban el penal. Ese también es un robo total y significativo a mano armada contra un equipo chileno”, añade florete.

Concluye que “esos son los tres grandes robos a los equipos chilenos en Copa Libertadores: Colo Colo 73, Cobreloa 87 y la U 96. Se me puede escapar alguno, por ahí Unión Española el 75 pero fue más el recibimiento que tuvieron en el hotel de Argentina”.

Bonus track: trampas paraguayas

Por otro lado, y si bien no es un robo propiamente tal, Paulo Flores recuerda otro grave episodio sufrido por Palestino 79 en Paraguay. Los jugadores árabes fueron “envenenados” y drogados en Asunción.

“La mala clases de los paraguayos a Palestino el 79, con los tetracolores en la semifinal con Elías Figueroa, Óscar Fabbiani… un equipazo, que hizo temblar a ese Olimpia. Finalmente termina ganando la Copa y destruyendo la hegemonía de argentinos, brasileños y uruguayos. En esa semifinal, los jugadores de Palestino alegan que entraron dopados al terreno de juego porque les echaron algo a la comida en el hotel de concentración”, relata.

Florete sentencia que “algunos tuvieron diarrea, otros literalmente dormidos en el partido. Palestino perdió. Ahí se toma la restricción que cada vez que un equipo chileno viajaba a Paraguay, se viajaba con un cocinero y toda la implementación, sin confiar en nadie”.