Hasta que regresó a jugar con Colo Colo. Esto es lo que decían los hinchas albos en el estadio Monumental, cuando en los últimos minutos del duelo ante Deportivo Cali vieron al paraguayo Darío Lezcano ingresando a la cancha.
Fue en el minuto 87 cuando el técnico Gustavo Quinteros determinó el ingreso de Lezcano por la figura del partido, Damián Pizarro, lo que le daba un peso extra en su regreso.
Cara y sello
Fue en el minuto 89 cuando el delantero tuvo su primera jugada de peligro, cuando se encontró solo con la pelota en el área chica y no pudo definir de buena manera, perdiéndose un gol cantado.
De inmediato Gustavo Quinteros se llevó las manos a la cabeza y gritaba “no se puede creer, no se puede creer”, lo que condenaba al delantero con sus deseos de mojar la camiseta alba.
Los hinchas también comenzaron a silbar a jugador, lo que hacía más pesada la mochila por todas las críticas que ha recibido, además, porque muchos lo han apuntado para salir del equipo.
Revancha
Pero todos dicen que el fútbol es de revanchas, porque cuando el partido estaba en los descuentos, el paraguayo tuvo su revancha ante la mirada de los hinchas de Colo Colo.
Tras un centro de Carlos Palacios fue Lezcano quien apareció para marcar de cabeza el definitivo 5-4, cerrando la guerra de goles que hubo en el estadio Monumental.
Una situación de pocos minutos pero que fue bien utilizada por el paraguayo, que ahora con confianza le da la victoria en una prueba de fuego ante el Deportivo Cali.