Últimos capítulos de la teleserie de Darío Lezcano en Colo Colo: imperdibles. El delantero paraguayo no se fue como un monje zen, levitando, de Pedreros, sino que lanzó las últimas bombitas fétidas. El objetivo: obviamente, Gustavo Quinteros.
No podemos esperar que el ex técnico de Colo Colo y Lezcano terminen como en una película romántica, abrazándose en el ocaso. Pero, distinto es lo que pasó en el adiós definitivo del guaraní de territorio nacional.
Darío Lezcano partió hablando de la felicidad que le da volver a su país y en la lástima que siente por no haber demostrado lo que valía en Macul. Poco a poco, su discurso fue mutando de la diplomacia a la belicosidad.
Los capítulos finales
La salida de Gustavo Quinteros de Colo Colo supuso, para Lezcano, esperanza. El paraguayo tenía la posibilidad de torcerle la mano al destino con Jorge Almirón y conseguir, al fin, un puesto en la delantera alba.
Sin embargo, solamente unos pocos minutos ante Liverpool en el torneo amistoso Serie Río de La Plata fueron el resultado. No hubo gran cambio y, poco a poco, el guaraní fue retornando a las sombras, donde tanto tiempo acostumbró a estar en el período de Quinteros.
Las críticas parecieron apuntar a que su ausencia era algo institucional, que ya no tenía que ver solamente con el ex DT de Colo Colo. “Cada técnico tiene su independencia en este club. Nosotros ponemos los jugadores a su disposición y ellos ven si toman o no a un jugador con el trabajo que hacen en la semana”, respondió a esto Daniel Morón, ofuscado por tener que hablar del tema.
Lezcano volvió al abordaje
En su partida a Paraguay para jugar por Tacuary, Lezcano dejó frases que quedarán impresas en la memoria. Antes, eso sí, comenzó con una introducción de buenos modales. “Estoy por una parte feliz por volver a mi país y triste porque no me dieron la posibilidad de demostrar lo que puedo hacer. Llegamos a un acuerdo con el club y me voy contento, sé la clase de jugador que soy”, comentó ante los micrófonos apostados en el Aeropuerto de Santiago.
¿Y sobre Quinteros? “No hay que apuntar a nadie en esto, ya pasó, lo de Quinteros ya pasó. Me sorprendió, porque no me dio la posibilidad de demostrar ni uno, ni dos partidos. Nunca nos peleamos, ni nada, él se enojó conmigo después que dije que tenía todo para ir a Emelec”, comenzó desahogándose el delantero.
Pero, no se quedó ahí y sus palabras fueron subiendo de tono. “Ahí se ve la clase de entrenador y persona que es. Me perjudicó. Emelec en diciembre se contactó conmigo y él habló mal de mí, que estoy lesionado, que como van a llevar un jugador viejo. Se nota que es mala persona”, disparó el paraguayo.
“Es mentira lo de mi lesión, él quería tener algo para salir a decir cosas. Yo estaba tranquilo, estaba entrenando. Pero, no quiero hablar mal de Colo Colo. Morón es un crack, una buena persona. La verdad, hice buena temporada, jugaba pero no me metían. Con Liverpool vieron cómo jugué, di asistencia. No entiendo por qué no me dieron oportunidades”, añadió el atacante, quien quedó perplejo ante el tipo de persona que Quinteros, según sus palabras, es.
“Me quería ir a Emelec porque Quinteros no iba a contar conmigo. Quería jugar, necesitaba ritmo, no tengo 20 años. Iba a renunciar al 60%, en Emelec iba a ganar el 40%”, aclaró, asegurando que el técnico le “faltó el respeto”.
“Él me trajo acá, pero no me bancó. ¿Para qué me trajo? Perdí dinero en México. Eso es lo que no entiendo. Después habló mal de mí en Emelec, ¿qué entrenador es ese?”, reflexionó, finalmente, Darío Lezcano.