Si bien la tecnología VAR llegó para mejorar la toma de decisiones en el fútbol, todavía existen zonas grises que generan polémica. Y en el choque entre Everton y Colo Colo en Viña del Mar, por la decimosexta fecha del Campeonato Nacional, aportó una controversia que no se explica con el videoarbitraje, si no que en el criterio del árbitro Felipe González.

Al minuto 82, Brayan Cortés dio rebote tras un remate ruletero, el balón se escurrió bajo la humanidad de Matías Zaldivia, que fue al piso, y el defensa albo terminó deteniéndolo con el antebrazo derecho. El local pidió penal, tiró el balón fuera del campo para que se revisara la acción y cuando el Cacique quiso reanudar, el juez decidió esperar.

La jugada se relaciona con el penal sancionado al minuto 33 por una mano de Cristopher Medina, con los brazos prácticamente pegados al cuerpo y una pequeña separación del codo. Un acto aparentemente involuntario que sentenció el empate definitivo de Colo Colo, con anotación de Gabriel Suazo desde los doce pasos.

¿Si una mano fue sancionada penal, por qué la otra no? Es lo que se preguntaron todos. Veamos que dicen las Reglas del Fútbol de la IFAB. "No todos los contactos del balón con la mano o el brazo constituyen infracción", explica el reglamento en la principal de las 85 menciones que tiene la extremidad superior en el documento.

Mano antinatural y sin intención
 

Sin embargo, la norma es un poco más restrictiva cuando se refiere a las faltas y advierte que "cometerá infracción el jugador que toque el balón con la mano o el brazo cuando la mano o el brazo se posicionen de manera antinatural y consigan que el cuerpo ocupe más espacio".

"Se considerará que un jugador ha conseguido que su cuerpo ocupe más espacio de manera antinatural cuando la posición de su mano o brazo no sea consecuencia del movimiento de su cuerpo en esa acción concreta o no se pueda justificar por dicho movimiento. Al colocar su mano o brazo en dicha posición, el jugador se arriesga a que el balón golpee esa parte de su cuerpo y esto suponga una infracción", sentencia el reglamento.

 

 

Además hay una tercera indicación y es la que castiga con amonestación o expulsión el hecho de "tocar el balón con la mano para obstaculizar o impedir que progrese un ataque prometedor".

En este caso, se podría señalar un paralelo entre las manos de Medina y Zaldivia, en la que incluso el defensor de Colo Colo suma como añadido el hecho de que detiene el balón cuando Leandro Pastran se aprestaba a rematar en área chica con el arco descubierto. Ambas manos parecen involuntarias, con el brazo separado del cuerpo pero sólo una fue sancionada con la pena máxima.