San Marcos de Arica es uno de los equipos que recibieron un permiso especial para entrenar durante la cuarentena establecida en gran parte del país. Sin embargo, todo el procedimiento estuvo en riesgo después de una indisciplina de los jugadores.
Así lo reconoció el presidente de San Marcos, Carlos Ferry, en conversación con Después Te Explico de RedGol, donde relató por primera vez los hechos que derivaron en el despido de los cuatro jugadores y un funcionario del club, a principios de mes.
"Por un problema que tuvimos con unos jóvenes, que los teníamos acá. Ellos no tenían vehículo para trasladarse de Arica al Valle de Azapa, donde entrenamos. Y los compañeros que pasaban, se los iban llevando", reconoce el mandamás ariqueño.
"Hicieron por ahí sus desarreglos, estaban llamando niñas. Y estamos todos miedosos con lo que está pasando, entonces nos exigieron el PCR a todo el plantel y todos salieron negativos", explica Ferry.
Luego hubo un cónclave grupal en los Bravos: "Después el mismo plantel y cuerpo técnico acordaron que los cuatro jugadores y un administrativo tenían que irse, por lo que pudo haber sucedido con la irresponsabilidad que tuvieron", cuenta el dirigente.
"Yo no quería tomar la decisión, pero fue tomada por ellos y se tuvieron que ir. Cuatro firmaron (el finiquito) al tiro, pero hubo uno que se fue y no quiso firmar, que ya tenía un proceso acá por infringir los controles sanitarios y es grave", asume.
"Después me llamaron del Sindicato, que no podía ser, que estábamos denigrando la profesión futbolística, pero ellos cometieron una falta muy grave y cuesta que los jugadores tomen una determinación en contra de sus compañeros", advirtió Ferry.
"La señora de un jugador tiene asma, otra un problema de diabetes, y los jugadores empiezan a pensar en sus familias. Yo no quise hacer ninguna declaración al respecto, porque uno piensa que también fue joven", completó el directivo.
