Cristián Cuevas de inmediato sospechó que la lesión podía ser grave. “Sentí que sonó, hueón”, le dijo al cuerpo médico cuando lo examinaron al borde de la cancha en el estadio Morumbí. Y los exámenes médicos confirmaron el temor del Cimbi, uno de los cinco refuerzos de la Universidad Católica en el mercado de pases de inicio de año: una rotura del ligamento cruzado anterior marginará al zurdo por al menos seis meses.
Ese tiempo de rehabilitación seguramente excederá los 180 días, cuestión que según las bases del Campeonato Nacional 2022 le podría servir a la directiva de Cruzados SADP para tener la autorización de reemplazar al carrilero izquierdo que llegó como agente libre desde Huachipato. Pero hay varias cuestiones que resolver, pues la UC ya confirmó la contratación de Mauricio Isla, de Daniel González y de César Pinares, además de la renovación del contrato de Matías Dituro, quien volvió desde el Celta de Vigo y ya atajó en la victoria ante Coquimbo Unido, aunque su CTI no estuvo disponible a tiempo para ser inscrito en la Copa Sudamericana.
Por supuesto que esos movimientos provocaron que las arcas de la institución no pasen su mejor momento, algo que reconoció el presidente de la concesionaria, Juan Tagle. “No vislumbrábamos la búsqueda de refuerzos. A nivel presupuestario no estaba considerado lo que tuvimos que hacer y reaccionamos a tiempo con un esfuerzo económico. Hubo incorporaciones importantes. Siempre puede quererse más. Tuvimos que hacer un esfuerzo económico mucho más allá del que teníamos considerado en el presupuesto”, afirmó el abogado, casi como para dar a entender que es poco factible pensar en un reemplazante del Cimbi, aunque esa declaración la hizo antes del infortunio en suelo paulista.
La salida de Valencia y la lesión de Cuevas deja a Holan con pocas variantes
Diego Valencia fue confirmado como refuerzo de la Salernitana, donde ya tuvo su primer día. El delantero viñamarino se despidió de la UC con 31 goles en su cuenta personal, aunque no dejará el total del traspaso en la billetera del club al que llegó desde Deportes La Serena a los 15 años.
Sin el Pollo, Ariel Holan tampoco puede contar con otros que se fueron: Bruno Barticciotto, quien registra dos goles en Palestino y César Munder, quien pasó a préstamo a Cobresal. Clemente Montes se recupera de una operación en el tobillo que le demandará al menos un mes y medio más para volver a ser opción. Diego Buonanotte, otro que varias veces jugó de extremo con el DT argentino, tuvo undebut casi estelar en el Sporting Cristal de Perú.
Por ende, al DT de la Franja le queda Fernando Zampedri, Gonzalo Tapia y Fabián Orellana para conformar el ataque, una cantidad de variantes que bien podría quedar corta de acá al final de la campaña, aunque ahora sólo deben afrontar el Campeonato Nacional y la Copa Chile. Otro que asoma en la baraja es José Pedro Fuenzalida, aunque el Chapa también puede ser lateral o incluso ocupar un rol en el centro del campo.
Melano y Asad, dos piedras de tope para que la UC se mueva en el mercado
“No van a seguir formando parte del plantel para estos partidos y para lo que viene. Hablé con ellos y se los dije claramente”. Con esas palabras, Holan dio por terminado el ciclo de Lucas Melano y Yamil Asad en la precordillera. Ambos argentinos llegaron a San Carlos de Apoquindo a principios de año, pero el club busca una salida, aunque por ahora no apareció ningún interesado en sumarlos a sus planteles. Por si eso fuera poco, el club ha avanzado para incorporar al defensor central uruguayo Gary Kagelmacher, pero no tiene cupos foráneos disponibles: entre Dituro, Luciano Aued, Nehuén Paz, Zampedri y Nicolás Peranic, quien espera por firmar su carta de nacionalización, copan esas plazas.
Como todavía no logran desprenderse de los trasandinos, Cruzados SADP evidentemente debe seguir haciéndose cargo del salario, una complicación importante a la hora de buscar algún posible refuerzo. Eso sí, la gerencia deportiva liberó un sueldo, pues se rescindió el vínculo de Sebastián Galani, quien retornó a Coquimbo Unido. En la UC sacan cuentas. Y por ahora, parecen no ser muy alegres…