La Copa Libertadores es el sueño de cualquier equipo chileno. Universidad de Chile ha jugado varias ediciones del torneo, pero la competencia ha sido esquiva para el Romántico Viajero, que solo ha llegado a jugar semifinales de esta competición continental.

Las veces que el Bulla llegó más lejos en la Copa Libertadores fue con el Ballet Azul en 1970, en 1996 dirigidos por Miguel Ángel Russo, en 2010 bajo la dirección de Gerardo Pelusso y el último recuerdo es con Jorge Sampaoli en 2012.

Miguel Ángel Russo fue quien dirigió a la U en el “robo ante River” en 1996. Partido polémico para los azules, cuando el árbitro Rodas favoreció a los argentinos y sentenció la eliminación del equipo chileno, dejándolos a nada de jugar la final.

Archivo: Miguel Ángel Russo y su cariño por la U

Archivo: Miguel Ángel Russo y su cariño por la U

Russo: “El que pasaba esa fase era campeón”

De las cuatro semifinales jugadas por la U, la de la edición del 96 debe ser la más dolorosa para el club, debido a la forma en la que quedaron eliminados y con chances reales de campeonar.

El árbitro Alfredo Rodas fue apuntado por los azules como el principal responsable de la eliminación del club, debido a un pésimo arbitraje que, claramente, favoreció al equipo argentino que terminaría siendo campeón.

En conversación con TyC Sport, Miguel Ángel Russó afirmó que esa eliminación “me dolió muchísimo”.

Explicó que “era mi primera Copa Libertadores, con poca experiencia a nivel internacional. Era un equipazo bárbaro, sabía que el quipo que pasaba esa fase, que era la semifinal, tanto River como la U de Chile, era campeón”.

¿Cómo fue la semifinal de la U contra River en 1996?

El primer partido de la semifinal se jugó en Santiago, la U hizo de local y logró un empate 2-2, con tantos de Esteban Valencia y Marcelo Salas, mientras que los goles de River fueron de Enzo Francescoli y Juan Pablo Sorín.

La polémica llegó en el partido de vuelta, jugado en el Monumental, donde River lograría un triunfo 1-0 gracias a Matías Almeyda, encuentro marcado por una decisión arbitral que benefició a los locales.

El árbitro ecuatoriano, Alfredo Rodas, no cobró un claro penal del Mono Burgos a Esteban Valencia, otorgándole sólo la ley de la ventaja para Salas, que no apuntó al arco.

El Romántico Viajero terminaría su travesía por Libertadores por un gol de diferencia y una polémica que pasará a la historia del club. Finalmente, River terminó siendo el campeón de esa copa, tras vencer a América de Cali.

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