Marcelino Núñez se ganó el cariño de los hinchas de Universidad Católica y el respeto de los rivales no sólo por su talento con el balón, sino también por su eterna sonrisa y el carisma con el que representa a la UC y a la selección chilena.
El canterano de la franja goza de un ángel especial y de una humildad que por lo general saca aplausos, pero es su cara sonriente la que siempre se lleva los elogios, y que demuestra la manera alegre en que el volante enfrenta la vida y el fútbol.
Anoche Marcelino tuvo otro motivo de alegría tras alzar la Supercopa con la franja en Concepción, y fue precisamente después del partido donde en diálogo con TNT Sports reveló el hasta ahora desconocido motor de su felicidad.
“Esta sonrisa es de Dios. Él me ha ayudado a cumplir mi sueño y mi familia también. Ellos se han sacado la mugre. Fueron luchadores”, comenzó explicando.
Núñez añadió que junto a sus padres “siempre nos demorábamos dos horas, ida y vuelta a San Carlos (de Apoquindo). Es muy lejos el pique para allá, pero eso me refleja”.
“En mi mente sólo está el disfrutar.A pesar de los problemas, uno siempre tiene que tener una sonrisa. Esto te ayuda a transmitir felicidad a la gente y eso me gusta”, confesó el talento cruzado.
De esta manera Marcelino Núñez dejó en claro que su eterna sonrisa se debe a su fe y su familia, sacando nuevamente aplausos por su palabras.
Por lo pronto el formado en la UC sigue disfrutando la recién obtenida Supercopa, con miras a seguir creciendo junto al club de sus amores y continuar ganándose un espacio en la selección chilena.