Universidad Católica comenzó el Campeonato Nacional con una notable remontada ante Coquimbo Unido, instancia donde Raimundo Rebolledo convirtió su primer gol en el profesionalismo y, de paso, levantó una anecdótica y hasta hilarante polémica.

Corría el minuto 83' de partido en el estadio Francisco Sánchez Rumoroso cuando Catuto recibió un pase con guante de Alfonso Parot tras jugada de Diego Buonanotte y sacó un derechazo para reventar el arco pirata y poner el 3-2 del triunfo para la franja.

El tetracampeón estalló en alegría por el tanto, pero fue la celebración del canterano la que levantó suspicacias en redes sociales y generó toda clase de teorías conspirativas, luego de que Rebolledo hiciera la letra F con sus manos.

El gesto responde a la ya icónica dedicatoria de Fernando Zampedri para su esposa, Fernanda Benavidez, por lo que el joven zaguero tuvo que alzar la voz en LUN y salir a explicar que el homenaje no era precisamente para la pareja del Toro.

"En el momento del gol solo atiné a gritar y gritar con el alma, como un desahogo. Pero también me acordé de Fernanda (Figueroa), mi polola. Siempre le quise dedicar un gol a ella porque es clave en mi día a día", dijo.

Catuto explicó que "se vio la misma celebración que Zampe porque no hay otra forma de hacer la 'F', jajaja. Después del partido le conté (a Zampedri) que había hecho la celebración y se rió".

La novia de Raimundo Rebolledo, a quien iba dedicada la cuestionada celebración, también se refirió a la graciosa anécdota que desató el festejo de su pareja.

Rebolledo dejó la grande en redes al hacer la misma F que Zampedri dedica a su esposa.

Rebolledo dejó la grande en redes al hacer la misma F que Zampedri dedica a su esposa.

"Me escribió Fer, la señora de Zampedri, para contarme lo que estaban poniendo en redes sociales. Nos matamos de la risa. La verdad, no me lo esperaba. Me puse a llorar cuando lo vi", contó.

 

De esta manera, Catuto dio su versión tras el hilarante episodio que dejó a más de alguno marcando ocupado y sacando el tejido para cotillear sobre el lío de faldas que nunca fue.