No son días fáciles para Nicolás Jarry. El exnúmero uno de Chile sigue sin encontrar regularidad y este martes quedó eliminado en octavos de final del Challenger de Birmingham, un torneo que asomaba como una buena oportunidad para sumar confianza y puntos, pero terminó siendo otro tropezón.
El rival fue el francés Adrian Mannarino (130°), quien le ganó en sets corridos: 7-6(6) y 6-3. Aunque el primer set fue parejo y se definió en un tiebreak apretado, el segundo mostró a un Jarry sin reacción y visiblemente superado. Una historia que se ha repetido más de lo que le gustaría en lo que va de temporada.
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Ranking estancado y un premio que no consuela
El resultado no solo duele por la derrota, sino también porque el Príncipe sigue anclado en el puesto 149 del ranking ATP, lejos de los días en que peleaba dentro del top 100 y representaba al tenis chileno como su segunda raqueta.
¿El único premio? Un modesto cheque de 3.055 euros, poco más de 3,2 millones de pesos chilenos, una cifra que palidece si se compara con los 17.500 euros que embolsó hace unos días por caer en primera ronda de Roland Garros. El abismo entre un Grand Slam y un Challenger se hace notar también en el bolsillo.
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El próximo destino de Jarry Países Bajos
Ahora, Jarry deberá cambiar el chip rápidamente. Su próximo desafío será el ATP 250 de Hertogenbosch, en Países Bajos.
La antesala de Wimbledon le entrega una nueva oportunidad de revertir su presente, aunque por ahora, los resultados siguen sin acompañar.
