Estos formatos de negocio, que se basan en tres pilares fundamentales: social media, e-commerce y administración-logística, se presentan como una alternativa accesible para quienes buscan una fuente de ingresos estable tras dejar sus empleos formales e intentar emprender.

Sin embargo, diversas microempresas o pymes no lograron recuperar parte de sus márgenes de rentabilidad y aumentar su productividad después de la pandemia.

Escenario que ha llevado a muchas personas a iniciar nano-emprendimientos, a menudo sin experiencia previa en el mundo de los negocios.

¿Qué es un nano-emprendimiento?

Este fenómeno, creciente en la región, tiene un factor común: son frecuentemente iniciados por personas inexpertas, motivadas principalmente por la falta de empleo. Estos emprendimientos son concebidos más como una solución laboral inmediata que como el fruto de un sueño de autonomía y desarrollo de un proyecto propio.

En general, se trata de proyectos unipersonales, donde el emprendedor se ve obligado a manejar todos los aspectos del negocio por sí mismo y a través de internet, específicamente Instagram.

Esto incluye desde la creación y gestión de una tienda online, manejo de inventarios, almacenamiento de mercadería, rotación de productos, hasta la publicación de contenido en redes sociales, venta a través de social media, y gestión de plataformas de pago.

El desafío de emprender

Aquellos que se aventuran en el mundo de los nano-emprendimientos enfrentan múltiples desafíos. La falta de proveedores confiables y una logística eficiente son problemas recurrentes, lo que dificulta la adquisición y entrega oportuna de productos.

Además, la inexperiencia en la importación de productos puede limitar la capacidad de ofrecer precios competitivos, variedad y disponibilidad de stock.

La sorpresa inicial para muchos emprendedores es la cantidad de conocimientos necesarios para manejar un negocio digital. No solo deben lidiar con proveedores, logística y clientes, sino también con la gestión de redes sociales, un aspecto que consume mucho tiempo y esfuerzo.

La idealización del emprendimiento digital, como una actividad que requiere menos tiempo y esfuerzo, se desvanece rápidamente. Cuando las expectativas no se cumplen, muchos buscan delegar el trabajo de marketing en agencias especializadas.

Sin embargo, estas agencias a menudo no tienen la experiencia necesaria en nichos específicos, lo que puede llevar al fracaso del emprendimiento.