Fiesta, carrete, brillo. En francés, la fête. El seleccionado galo conoce bien esa palabra o, por lo menos, tres de sus jugadores, que se fueron de copas tras el partido con Chile, en un caso que está teniendo repercusiones en el país de la Torre Eiffel.

Resulta que una vez acabado el encuentro ante la Roja de Ricardo Gareca, los seleccionados franceses se dirigieron al hotel de concentración, lugar en el cual se habría desarrollado un mega carrete.

O quizás es una exageración lo de “mega”. Pero, lo cierto es que los jugadores galos, cuyos nombres no fueron desvelados, habrían excedido el consumo de alcohol y de balones de óxido nitroso, lo que habría generado serios problemas. Así dejó a entender el periodista francés, Romain Molina.

No se trata de hacer un análisis moralista de lo que sucede con los futbolistas. El tema ha creado un serio debate en Francia, sobre todo porque tuvo que llegar la policía a intervenir y parar el festejo.

¿Tanto les gustó ganarle a Chile?

Somos el mejor país de Chile. Es por eso que cuando los franceses le ganan a la Roja, celebran más que cuando accedieron a la final del Mundial de Qatar. Al menos, eso queremos y deseamos creer.

Fuera de cualquier broma, la noche de los tres jugadores franceses terminó en un desmadre, luego de que una mujer que los acompañaba se sintiera mal, a lo que se sumaron las quejas de los vecinos por el fuerte ruido de la música.

Este episodio viene, más encima, en medio de otra polémica en el fútbol francés. Resulta que en la nómina de la Sub-20 se marginó a jugadores que estaban haciendo el ramadán, justificándolo por su escasa ingesta alimenticia.

Cabe recordar que los musulmanes celebran esta festividad en la que mantienen un estricto ayuno durante las horas de sol, durando esto entorno a un mes de calendario.