Para nadie es un misterio que la gran deuda de la selección chilena en la Copa América estuvo en la faceta ofensiva. Apenas tres goles en cinco partidos hablan de una producción cada vez más limitada frente al arco rival.

Pero la revisión de las estadísticas es aún más drástica con la Roja. Y es que no sólo hay poco gol, sino que además la generación y calidad de oportunidades de anotar es mínima. De hecho, en ese aspecto Chile sólo supera a Bolivia y Venezuela.

Es lo que demuestran los goles esperados (xG), el registro que entrega un indicador sobre la cantidad y calidad de ocasiones promedio que un equipo se genera frente al arco contrario, y que en el último tiempo ha cobrado gran relevancia en el mundo de las estadísticas.

La explicación es simple. De acuerdo a miles de registros anteriores, cada ocasión de gol se evalúa de acuerdo a la posición del jugador, la superficie de remate, el tipo de pase recibido y el tipo de ataque desarrollado.

Eduardo Vargas fue el goleador de Chile en la Copa América

Eduardo Vargas anotó dos de los tres goles de la selección chilena en la Copa América

A partir de estos indicadores se hace una escala donde el 0 equivale a un remate que no tiene ninguna posibilidad de gol, y el 1 es un gol seguro. Por ejemplo, un remate al lado del arco y sin marcas se pondera cercano al 0,97.

La estadística registra cada instanciade gol para obtener un número total por partido. Por ejemplo, ante Bolivia se suman los intentos de Jean Meneses, Eduardo Vargas, Ben Brereton, Erick Pulgar, Arturo Vidal, Eugenio Mena, César Pinares y Guillermo Maripán.

El resultado para la selección chilena es de 1,8 xG en 18 intentos, la mayoría salvados por el arquero Carlos Lampe. Es decir, la Roja generó opciones para anotar casi dos goles en los 90 minutos. En definitiva fue uno, obra de Brereton.

El problema estuvo en que este partido fue el de mejores registros, pero el resto fue realmente pobre. Contra Argentina, la cuenta cae a 1,2 xG; pero considerando el penal perdido por Vidal y el gol de Vargas como instancias por separado.

La flecha siguió para abajo. Contra Uruguay, el registro de goles esperados es de 0,5 (es decir, Chile generó opciones para anotar apenas medio gol), contra Paraguay un paupérrimo 0,2 (o que se necesitan cinco partidos para hacer un gol) y frente a Brasil, 0,4.

El gran drama está en la comparación. El promedio de Chile es de 0,84 goles esperados por partido y ya decíamos que sólo supera a Venezuela y Bolivia. Las otras siete selecciones promedian al menos un gol esperado cada 90 minutos.

Goles esperados cada 90 minutos
Lugar/Selección xG
1 Argentina 2,36
2 Brasil 2,16
3 Paraguay 1,76
4 Uruguay 1,57
5 Perú 1,38
6 Ecuador 1,29
7 Colombia 1,14
8 Chile 0,84
9 Venezuela 0,55
10 Bolivia 0,46