Como un balde de agua fría post Copa América cayó la denucia hecha por los oficiales de la Conmebol en contra de Igor Lichnovsky y Gonzalo Jara, producto del supuesto ataque con un café a uno de los funcionarios que vigilaban el partido semifinal entre Chile y Perú.
Aunque en definitiva se atribuye a Nicolás Castillo como autor de los hechos, la ANFP no contó con los registros necesarios para rechazar la acusación en contra de los dos defensores y producto de eso, la suspensión de ambos por dos partidos de las próximas eliminatorias.
El gerente de selecciones, Ian Mac Niven, explicó el procedimiento.”Nosotros defendimos a Igor Lichnovsky y a Gonzalo Jara cuando se les abrió el expediente disciplinario tras la Copa América”, se defiende.
“Después de entregar nuestros antecedentes, logramos que los sancionaran con dos fechas de castigo, porque claramente se exponían a una pena mayor”, subrayó el funcionario a cargo de la logística de la Roja.
Como la suspensión fue de dos fechas, no existe la posibilidad de reducir el castigo, ya que esta opción solo se extiende a penas de tres o más partidos de inhabilitación.
“Producto de una errónea apreciación de un oficial de la Conmebol, Lichnovsky y Jara fueron identificados como autores de hechos que ellos no cometieron y que ambos jugadores confirmaron en declaraciones juradas que fueron incorporadas en nuestra defensa”, agregó Mac Niven.
Según el encargado de la ANFP, “la única forma de refutar la versión de ese oficial, que es un juez de fe dentro del campo, era con pruebas concluyentes como fotografias o videos. Y esos registros no estaban”, explicó.