Hace unas semanas, Elon Musk desafió a Mark Zuckerberg a una pelea en una jaula mediante redes sociales. Las dos personas más millonarias del mundo en la actualidad, ambos dueños de importantes empresas de tecnología, comenzaban así una serie de rumores sobre si ese desafío se convertiría en real.
Con su gran ojo para los negocios, el presidente de la UFC, Dana White, se puso en comunicación con ambos para saber si la chance era real. Al principio, fue Zuckerberg quien se comunicó con él, para saber si lo que señaló Musk era cierto y si estaba dispuesto a pelear.
Así, de a poco, White hizo de intermediario entre ambos para empezar a planificar lo que sin duda sería una pelea que llamaría la atención de millones a lo largo del mundo. No se trata solo de dos millonarios peleando, sino que también dos conglomerados de empresas peleando.
Musk, de 51 años, es dueño de Tesla, Twitter y Space X, mientras que Zuckerberg, de solo 39, dirige Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, entre otras aplicaciones. Ambos han tenido una especie de rivalidad parecida a la de Bill Gates y Steve Jobs en los 90.
Por lo mismo, llama la atención que los dos empresarios estén dispuestos a resolver sus diferencias en una jaula de la UFC. Además, porque se trata de dos personas con muchas diferencias físicas. La primera, la edad, los trece años de diferencia, pero además está el factor peso: Musk pesa 31 kilos más que Zuckerberg.
Por ahora, lo único real es que la pelea de a poco va tomando forma y así lo señaló Dana White, quien sentenció que “sería la pelea más grande en la historia de los deportes de combate”.
Sobre la locación hay dos posibilidades: la primera es que sea en Las Vegas, aunque tendría que tener la aprobación de la Comisión Atlética de Nevada, y la otra es hacerla en el Coliseo Romano, tal como lo pidió Musk en su desafío a su archirrival Zuckerberg.
Este último tiene fuertes conocimientos en jiu jitsu brasileño y otras artes marciales. Además, desde hace un tiempo comenzó con una rutina deportiva que lo tiene en buena forma. Musk odia hacer deporte y lo operaron de la espalda una vez, pero a su favor tiene los 31 kilos de peso extra ante su rival.
Durante las semanas, las provocaciones han continuado, aumentando el interés por la pelea, que por ahora no tiene confirmación y una fecha tentativa. Sin embargo, si está claro que sería una pelea tipo exhibición, que no contaría para los registros de la UFC, y que tendría fines benéficos. ¿Se dará? Solo el tiempo lo dirá.