Un verdadero drama es el que vive la Federación de Básquetbol de Chile. La institución sufre con uno de sus edificios más emblemáticos, ubicado en Nataniel Cox, a pasos de La Moneda.
Y es que, solo meses después de conseguir que un grupo de desconocidos desocupen el edificio durante varios años, este fue ocupado nuevamente de forma ilegal, dejando en entredicho una serie de proyectos que se tenían con el inmueble.
La historia comenzó hace casi una década. “El antiguo presidente se lo arrendó a un ciudadano peruano por 3,5 millones de pesos para financiar algunas cosas. El problema fue que él comenzó a subarrendarlo, atrasarse con los pagos y cuando le pedimos el edificio no quería irse”, destacó el actual mandamás, Irán Arcos a La Tercera
“Una vez que se fue, dejó a las familias adentro y ahí empezó nuestro peregrinaje jurídico”, agregó el dirigente. Un recorrido de casi una década que finalizó a priori, en enero de este año cuando se logró recuperar el edificio, el cual tiene una importancia estratégica para la entidad.
Se trata de un edificio propiedad de la federación casi desde su fundación y era utilizado para que las delegaciones de afuera de Santiago tuviesen dónde quedarse. La actual directiva quería modernizarlo y dejarlo utilizable como un hotel deportivo que también puedan ocupar otras federaciones.
“Queremos buscar los recursos y presentar algún proyecto al gobierno regional o al Mindep para que nos puedan ayudar, porque efectivamente sería un hotel deportivo que no solo podría cobijar al básquetbol, sino que a otras disciplinas que tampoco tengan donde quedarse en Santiago”, señaló Arcos.
Proyectos que quedaron en nada, ya que hace pocos días el edificio volvió a aparecer utilizado. “Hicimos el aseo, ordenamos, limpiamos. Hicimos una inversión de mucho dinero (cerca de 3 millones de pesos), cerramos todo por dentro, el primer y segundo piso. Nunca pensamos que entrarían por el tercer piso, pero nos equivocamos”, confesó.
La denuncia se encuentra en Fiscalía y en la federación esperan que se resuelva de manera más expedita que en la anterior oportunidad. Sin embargo, nada les asegura que esta vez sea así.
“Tenemos personas que lo van a habitar si lo recuperamos. Personas que nosotros vamos a instalar ahí mediante acuerdos. Es una familia que va a administrar el recinto, hasta que nosotros podamos conseguir los recursos para poder habilitar el hotel deportivo”, cerró