Después de dar cátedra de cómo manejar la presión en alusión al caso de Simone Biles, Novak Djokovic no practicó lo que predicó.

En el partido por el bronce de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, el serbio reventó su raqueta contra el piso y también la lanzó hacia las gradas.

Nole se llevó las críticas del medio y también de uno de sus máximos rivales en el circuito: Rafael Nadal.

El español señaló: "Por suerte no había gente en las gradas y no pasó nada más, pero bueno, son cosas que ocurren de vez en cuando".

"Es importante evitar este tipo de situaciones. La imagen no es la mejor", añadió.

Luego, advirtió: "Es un referente para muchos niños, al final es el número uno del mundo y uno de los mejores de la historia".

"Es extraño que alguien, teniendo tanto éxito, reaccione de esta manera, pero al final él es muy competitivo y reacciona así", finalizó.