Poco más de tres horas de partido se habían jugado en la primera semifinal de Roland Garros entre Rafael Nadal (5º ATP) y Alexander Zverev (3º ATP) cuando el partido se terminó con el segundo set 6-6. ¿La razón? Una feroz lesión en el tobillo derecho del tenista germano lo obligó a abandonar.

Con esto, el legendario tenista español ganador de 21 Grand Slam, donde 13 de ellos son del Abierto de Francia, celebró el paso a la final para ir en búsqueda de su decimocuarta corona. Sin embargo, más allá de la felicidad de una nueva final la tristeza por la situación de su compañero lo dejó con sensaciones agridulces.

Así al menos lo reconoció el propio Rafa, quien tras el abandono de Sascha conversó con la transmisión oficial del certamen parisino de tierra batida y reconoció que quedó muy afectado por lo vivido por su rival, quien volvió en muletas a anunciar que no seguiría jugando el encuentro.

"Durísimo, estoy muy triste por él. Estaba jugando un torneo increíble, es un gran colega en el tour. Sé todo lo que ha luchado para ganar un torneo de Grand Slam y ha tenido muy mala suerte", señaló de entrada.

Tras eso, Nadal tuvo palabras de aliento para Zverev y lo motivó para que vuelva lo antes posible a la acción. "Estoy seguro que no va a ganar uno, sino más de uno y espero que se recupere muy pronto", complementó.

Con respecto a lo que alcanzaron a jugar, el rey de la arcilla destacó que "era un partido muy difícil, más de tres horas y ni siquiera terminamos el segundo set. Él es uno de los grandes desafíos en el tour cuando juega a este nivel".

Finalmente, el Rafael Nadal fue consultado por sus sensaciones tras avanzar a una nueva final de tan agridulce manera. "Es difícil encontrar palabras en situaciones como ésta. Para mí llegar a la final de Roland Garros es un sueño sin dudas, pero al mismo tiempo estuve en el camarín con Sascha y verlo llorar fue muy difícil para mí", concluyó.