Wayne Rooney supo maravillar al mundo con sus goles y magia dentro de la cancha, pero fuera de ella vivía un calvario que lo llevaba a refugiarse en el alcohol, tal como él mismo lo confesó.
Rooney comenzó a brillar desde muy joven en Everton, por lo que rápidamente Manchester United le ofreció cambiar el azul por el rojo. En el Teatro de los Sueños, hizo sus propios anhelos realidad, pero a pesar de que portaba la 10, fuera del terreno de juego estaba muy lejos de ese número.
Las crudas confesiones de Wayne Rooney
Fue en una sincera conversación con Rio Ferdinand, su ex compañero en los Diablos Rojos, donde Wayne Rooney contó cómo lo hacía para llevar adelante su exitosa carrera como jugador, lidiando con una compleja adicción al alcohol.

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“Fue un momento de mi vida en el que lo estaba pasando muy mal. Pero no quería contárselo a nadie, no quería poner esa presión en nadie“, explicó Rooney a Ferdinand en el podcast del ex central de la selección de Inglaterra.
“Recuerdo que llegaba al entrenamiento, me ponía colirio (gotas para los ojos) y comía chicle porque venía dos días de estar bebiendo seguidos. Entrenaba y en el fin de semana marcaba un par de goles y volvía a hacer lo mismo, salir dos días seguidos”, detalló quien es el máximo goleador histórico de Manchester United con 253 goles.

LIVERPOOL, ENGLAND – MAY 18: Former Everton footballer Wayne Rooney acknowledges the fans during a lap of honour following the Premier League match between Everton FC and Southampton FC at Goodison Park on May 18, 2025 in Liverpool, England. Goodison Park, home of Everton Football Club since August 24, 1892, will play host to its final Men’s First Team fixture today ahead of the clubs move to the Hill Dickinson Stadium for the 2025/26 season. (Photo by Richard Heathcote/Getty Images)
Claro que así como comenzó a brillar joven, Rooney también empezó a apagarse temprano. A los 31 años dejó a los Diablos Rojos y de ahí vino su declive. Everton otra vez, DC United y Derby Country. Hoy a los 39 años es entrenador. En la actualidad dice estar mejor, gracias a la ayuda de su esposa Coleen.
“Me encantaba el fútbol, pero también me gustaba salir. Ella lo vivió desde muy pronto y me intentaba controlar, bueno, no controlar, pero ayudarme mucho. Yo necesitaba que alguien me dirigiera. Si ella no hubiera estado ahí, estaría muerto“, cerró Rooney.