Que los hinchas del Colo, que los de la U… la verdad es que la violencia en el fútbol no es un fenómeno que sea único de Chile. Así quedó claro este fin de semana, cuando en Perú se provocaron graves incidentes entre los aficionados de Alianza Lima y los de Universitario.

En la previa del duelo entre la U peruana y Melgar, a jugarse en el Monumental de Ate (recinto en el que hace de local el elenco universitario), se registraron serios incidentes entre las barras antagonistas del fútbol incaico.

Las peleas entre ambas hinchadas quedaron grabadas en varios videos de testigos que presenciaron la violencia desatada en las calles desde sus balcones, ubicados en la urbanización Nocheto, en el distrito de Santa Anita, que queda en camino al recinto deportivo.

No bastaron los cuchillazos, piedrazos y fuegos artificiales lanzados entre ambas hinchadas, que corrían persiguiéndose de un lado a otro. Además, se escucharon balazos, los que resultaron en los heridos de mayor gravedad.

Un menor fallecido

Ya ni siquiera importan los colores. La idea de que el enemigo es el de la camiseta distinta parece ya una excusa para desatar una violencia que no tiene escudos, ni conoce de nacionalidades.

Si en el fútbol chileno hubo que lamentar unos pupitres quemados, en Lima ya hay dos menores de edad con riesgo vital. En uno de los videos que anda circulando por las redes sociales, un niño aparece herido por un disparo, ante la mirada atónita de quienes graban la escena.

Según consignó La República, los dos menores afectados habrían sido pequeños del lugar que ante el bullicio salieron a ver lo que pasaba. Uno de ellos habría recibido una bala en el estómago y otro en la cabeza. Todo quedó grabado en videos que son difíciles de mirar. Su estado es reservado.

Ambos clubes lanzaron comunicados condenando los hechos de violencia y, tal como ha ocurrido a lo largo de la semana en Chile, se ha difundido un gran malestar entre los peruanos con respecto a las barras bravas.