Finalmente, lo que todo el mundo esperaba, terminó pasando. Luis Rubiales, el polémico presidente de la Federación de España, renunció a su cargo tras su impresentable celebración del Mundial de Fútbol Femenino, donde dio un beso sin consentimiento a Jenni Hermoso, una de las figuras del equipo hispano, durante la entrega de medallas.
La teleserie se extendió más de la cuenta producto de la tozudez del propio dirigente, quien se resistió a renunciar en más de una ocasión e incluso su propia familia tomó parte, con su madre iniciando una huelga de hambre que duró dos días, para impedir que Rubiales sufra las consecuencias de sus acciones.
“Hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta. Ahí está la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de 5 años al frente de la Federación”, señaló en una carta en la cual no muestra arrepentimiento alguno por la situación.
“No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo”, agregó.
Ante la renuncia, el diario Marca de España sacó una impresionante portada en la cual destaca su ya reconocida frase “no voy a dimitir”, que repitió en incontables ocasiones durante su discurso de defensa, en el cual debió renunciar pero en el que terminó aferrándose a su cargo.
Rubiales, de esta forma, deja el cargo tras cinco años de mandato. La Federación de España ahora iniciará un proceso para elegir a su sucesor, aunque todavía no están claros los plazos ni los candidatos a suceder al protagonista de uno de los grandes escándalos de este 2023.
¿Qué dijo el Gobierno de España por caso Hermoso-Rubiales?
“Este Gobierno va a estar siempre del lado de las mujeres que ejercen todas las posibilidades en defensa de sus derechos”, afirmó el representante del Gobierno de España, poniéndose del lado de Jenni Hermoso.
¿Por qué denuncia Hermoso a Rubiales?
La postura de la delantera sobre el incidente es categórica, reiterando que el beso del directivo “no fue consentido”, lo que se suma a otras denuncias presentadas por particulares contra el dirigente.