En medio de sus vacaciones y de su polémica con Paris Saint-Germain, luego de confirmar que no renovará con el club, Kylian Mbappé decidió viajar a Camerún de sorpresa y con fines humanitarios. El delantero llegó al país natal de su padre sin previo aviso, y dejó la grande.
El jueves fue el día de arribo del campeón mundial con Francia a Yaundé. Centenas de personas fueron a las calles a recibirlos y el país debió iniciar un masivo despliegue de seguridad con militares en camiones y a pie para custodiar su seguridad.
Durante el fin de semana circuló un video en el que se podía ver cómo transportaban a Mbappé por Camerún con una escolta gigante; el convoy de seguridad contaba con varios vehículos, guardaespaldas, un camión e incluso militares a pie.
En sus redes sociales, el francés mostró todo el cariño que recibió estos días en Yaundé. Sin embargo, el futbolista no fue solamente buscando abrazos, sino que visitó una escuela que su fundación benéfica reacondicionó. Además, se reunió con el primer ministro y jugó un partido de básquetbol y una pichanga.
La felicidad de Mbappé
En su reunión con el primer ministro Joseph Dion Ngute, Mbappé le obsequió su camiseta de la selección de Francia. Recibió de vuelta varios otros regalos. “Me sorprendió gratamente ver tanta gente en el aeropuerto. Tuve un gran primer día, jugué con los niños y el segundo será aún mejor”, comentó.
“La gente realmente me quiere aquí. Es un verdadero placer estar en contacto con ellos. Por encima de todo, mi llegada es un placer personal. Luego hay muchas cosas con mi fundación. Ya estoy muy involucrado en el entorno social en Francia, pero era importante volver aquí y hacerlo en el país de mis orígenes. Hacer que la gente sienta que soy real, no solo un tipo que ves en la televisión o en las fotos”, añadió el futbolista.
¿Y su futuro deportivo?
Actualmente, la situación de Mbappé está complicada. El jugador ya aseguró que no renovará con PSG a mediados del 2024, por lo que el cuadro parisino le anda buscando club.
A punta de cartas y de dardos de ida y vuelta han llevado las negociaciones. Asimismo, Paris Saint-Germain le puso plazo fatal a las conversaciones. Si de aquí al 31 de julio no hay respuestas, comenzará la guerra por su destino futbolístico.