Para el hincha del fútbol de hueso colorado siempre será tema de debate el Balón de Oro del 2013. En ese año Franck Ribéry tuvo el mejor año de su carrera, ganando todo lo que jugó con el Bayern Múnich, pero lamentablemente no le alcanzó para ganar el premio.
Al final, el delantero francés terminó cayendo ante Cristiano Ronaldo, quien se quedó con el premio en una competencia donde también estaba el argentino Lionel Messi.
Pues bien, el propio Ribéry no tiene miedo el tildar que ese Balón de Oro fue un verdadero robo a su carrera. Para el francés, en ese año 2013, no tenía nada que envidiarle ni Cristiano Rolando ni a Messi.

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“Todavía estoy buscando la explicación para ese Balón de Oro”
En una entrevista con L’Équipe el delantero aseguró que “lo gané todo menos eso ese año: la Champions League, el doblete Bundesliga-Copa de Alemania, el Mundial de Clubes, el título de mejor jugador europeo… Fue el año perfecto. No pude hacerlo mejor”
“Ese Balón de Oro seguirá siendo para siempre una injusticia. Todavía estoy buscando la explicación, aunque algunas personas me han dado una. Nunca entenderé por qué el cierre de las votaciones se retrasó más de dos semanas, cuando yo estaba en cabeza entre los periodistas”, añadió.

Franck Ribéry no pudo romper con la hegemonía de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en esos años. | Foto: Getty Images.
Para cerrar, Ribéry advirtió que “si la votación hubiera sido la misma que hoy, habría ganado. Pero Messi y Cristiano Ronaldo siempre me han mostrado respeto. Sabían que estaba en su mesa. Con toda humildad, en 2013 no tenía nada que envidiarles”.
Lo más increíble es que en la votación a Ribéry no le alcanzó ni para ser segundo, ya que terminó tercero en las votaciones estando por detrás también de Lionel Messi.

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Los números de Franck Ribéry en este 2013
El rendimiento de Franck Ribéry a nivel individual y grupal en el 2013 fueron notables. En el Bayern Múnich anotó 11 goles y entregó 23 asistencias en 43 partidos, además de ganar todos los títulos que jugó a nivel local e internacional. Pese a eso, no alcanzó para romper con la hegemonía de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi en esos años.