Una de las costumbres más grandes que tiene el Bayern Múnich y que lo ha llevado a ser el equipo más exitoso de la última década en Alemania es la de, prácticamente, desmantelar a los elencos germanos más competitivos fichando siempre a sus mejores jugadores.

Un equipo que especialmente ha sufrido con esta práctica del Bayern es el Borussia Dortmund, elenco que ha visto como en la úlitma década figuras de la talla de Robert Lewandowski, Mario Götze o Matts Hummels pasaron directamente al gigante de Baviera desde sus filas.

Sin embargo, fue la última gran estrella del Dortmund, el noruego Erling Haaland, quien dejó con las ganas al Bayern de vestir su camiseta en el pasado mercado de fichajes, ya que el atacante optó por partir a Inglaterra para defender los colores del Manchester City.

Uno que quedó especialmente dolido con esto fue el ex arquero Oliver Kahn, actual director general de los Rojos y quien afirmó en Alemania que “intentamos todo por Erling Haaland hace un año y llegamos a nuestros límites financieros”.
En ese sentido, el histórico portero alemán declaró que “tuvimos que decidir si romper o no nuestra estructura salarial, pero no estábamos preparados para ello”, para luego ser enfático en decir que “el Bayern no es así”.

Finalmente fue el Manchester City el elenco que puso sobre la mesa 60 millones de euros solo para el Borussia Dortmund en la operación, que entre intermediaros y el porcentaje que legalmente le corresponde al atacante y a su familia, habría superado los 150 millones.

¿Lo peor? Que el propio Bayern Múnich terminó sufriendo con los goles de Haaland, ya que el noruego le anotó dos goles en la llave de cuartos de final de la Champions League que dejó a los alemanes eliminados de la competencia europea.