Los jugadores del Toulouse, entre ellos Gabriel Suazo, estaban en las inmediaciones de su estadio, en la previa del duelo ante el Nantes, cuando se les avisó que un artefacto sospechoso en las tribunas podía ser un explosivo. Inmediatamente, se activaron las alarmas de seguridad y tanto el ex Colo Colo, como sus compañeros, dejaron el recinto.
El asunto policial no pasó inadvertido. El estadio se vació por completo y el duelo de la escuadra violeta ante el Nantes, equipo en zona de descenso de la Ligue 1, tuvo que postergarse por más de una hora y media.
¿De qué se trataba realmente? Los equipos policiales especializados en la desactivación de bombas llegaron al Stade de Toulouse y dieron cuenta de que, en realidad, el objeto encontrado era una especie de pirotecnia que pretendía arrojar humo morado una vez que los jugadores hicieran su entrada para el duelo. ¿Lo raro? Se encontraban en la galería de los visitantes.
Si bien, tras descartarse que era una bomba, el estadio poco a poco volvió a la normalidad, esta no fue la única extrañeza que tuvo que vivir la previa del duelo del Toulouse. Ya desde temprano se comenzó a informar sobre el rechazo que jugadores, tanto de la escuadra del ex Colo Colo como de la visita nantesa, sostuvieron con respecto a llevar los colores de una campaña contra la homofobia.
Los principales implicados en esta queja fueron Zakaria Aboukhlal (Toulouse) y Mostafa Mohamed (Nantes), según constata Le Figaro, aunque del equipo del chileno se habrían agregado Moussa Diarra y Said Hamulic. Ambos habrían indicado razones religiosas para oponerse a vestirse con el diseño de la campaña “Homos y heteros, todos tenemos la misma camiseta”.
Esta no es la primera vez que esta campaña provoca polémica. El año pasado Idrissa Gana Gueye, del PSG, también se declaró en rebeldía y se negó a ponerse la camiseta con los colores arcoíris. Si bien el senegalés fue llamado al Consejo Nacional de Ética (CNE) de la Federación Francesa de Fútbol (FFF), finalmente no hubo una sanción disciplinar.