En el minuto 33′ una falta muy cerca del área permitió que Éver Banega tuviera tiempo para pensar a quién lanzarle el balón. Y con precisión de cirujano, metió un tremendo pase a la cabeza del neerlandés.
La pelota se inclinó al palo izquierdodonde De Jong apareció para, con un bello cabezazo, cambiar la trayectoria y dejar sin opciones a Handanovic.
Eso sí, la alegría no duró mucho ya que solo dos minutos más tarde Diego Godín repitió la fórmula y dejó todo en empate 2-2.