Manchester City presentó en sociedad la estatua dedicada en homenaje a Sergio Agüero, a 10 años del histórico gol del Kun que le dio el título de Premier League a los Ciudadanos sobre el final del partido contra Queens Park Rangers, cortando una larga sequía del club.
Sin dudas un reconocimiento más que merecido para el delantero que hace unos pocos meses debió colgar los botines por una falla cardíaca que dio signos en pleno partido vistiendo la camiseta del Barcelona.
Pero hay un detalle que pasó desapercibido tanto para el artista responsable como para el Manchester City: los patrones de la escultura no son muy agradables para aquellos que padecen la temida y desagradable tripofobia.
¿Qué es la tripofobia? Para los que no están familiarizados con el término, es el miedo o molestia que puede ir de leve a grave a patrones repetitivos, especialmente agujeros u orificios muy juntos en las distintas superficies.
Quienes la sufren llegan a sentir picazón en el cuerpo, asco, aumento de la ansiedad, piel de gallina e incluso mareos y náuseas. Si bien es una condición nueva relacionada a los trastornos mentales, su alcance se ha visto potenciada por la facilidad de compartir imágenes a través de internet.
Un ejemplo de imágenes que provocan tripofobia son los panales de abejas, la flor de loto, laceraciones en la piel sean reales o montajes fotográficos; o el sapo de Surinam, que cría a sus renacuajos en aberturas circulares de la piel que resultan repugnantes para muchos.
Es que los pocos estudios profundos sobre el tema apuntan a que la tripofobia es una respuesta de supervivencia, generando inconscientemente el rechazo a estas imágenes por relación a heridas o infecciones en la piel comparables con estos patrones.
“Dejen de subir fotos de la estatua del Kun que me da tripofobia”, “si miras la estatua fijamente te da tripofobia” y “gran estatua para los que sufrimos tripofobia” fueron algunos de los comentarios en Twitter.