Thomas Galdames gana terreno en el fútbol de Argentina. Hace pocos días fue titular en Godoy Cruz para vencer 2-0 al Racing de Gabriel Arias y Óscar Opazo, y tuvo una destacada participación como lateral izquierdo, donde salió reemplazado al minuto 68 de partido. Sin embargo, también confiesa que adaptarse al intenso balompié del otro lado de la cordillera ha sido bastante crudo.

El defensor de 24 años salió de Unión Española y viajó de Santiago hasta Mendoza a iniciar su primera experiencia internacional. "Me traje mi auto. Mi papá se vino manejando y yo de copiloto. Estuvo bueno, nos fuimos tomando mate y conversando sobre la exigencia que iba a tener en el fútbol argentino. Mi hermano mayor Pablo, que también jugó acá, me dijo que son muy profesionales en materia de alimentación, trabajos preventivos, recuperación y gimnasio. Si uno no está a la par con ellos, te terminan comiendo", le contó a Las Últimas Noticias. Y tal cual, con eso se encontró.

"La primera semana lo pasé muy mal, terminé vomitando en dos entrenamientos"

Thomas le reveló a LUN que "acá los entrenamientos son más fuertes que los partidos, es un fútbol muy intenso y físico. La primera semana lo pasé muy mal, terminé vomitando en dos entrenamientos por lo intensos que eran. Ya con el correr de los mesos me he sentido mejor".

"Cambié mucho la alimentación, sobre todo en cuanto a pastas. Acá sólo comen pastas el día de partido, el resto de los días son comidas muy livianas, como verduras, proteínas, ensaladas. Y los entrenamientos también son distintos porque tenemos gimnasio cuatro de los cinco días, durante una hora y media, antes de ir a la cancha", detalla.

También explica que "en Chile solía hacer doble turno dos veces a la semana, pero acá no porque termino muerto. Siento que con lo que entrenamos quedo bien para llegar fresco al partido".

Al ser consultado sobre si le va tomando el gustito al mate y las medialunas, Thomas destaca que "en Chile ya tomaba mate, pero ahora mucho más, desde la mañana hasta la noche. A las medialunas también les agarré el gusto, pero no puedo comer siempre, a lo más una o dos a la semana. Acá nos pesan todos los días y tenemos un límite, si te pasas te cobran multa. Son muy estrictos con eso. De hecho, desde que llegué he bajado dos kilos y medio de grasa, estoy muy fino jajaja".

Finalmente, cierra con la ilusión intacta de que los seis partidos que ha disputado, todos como titular, finalmente le abran una posibilidad para que Eduardo Berizzo se fije en él y lo cite a la selección chilena.

"Uno siempre sueña con vestir la camiseta de la selección, es un objetivo que tengo, pero todavía no me ha tocado. Estoy muy tranquilo, tengo que seguir jugando acá y consolidarme como titular. Creo que haciendo las cosas bien en el club, la selección llega sola", concluyó.