Increíble lo ocurrido en el Estadio Municipal de San Miguel, donde se enfrentaban San Cristóbal y Defensor Patimba.

Resulta que el árbitro Vidal Palomino expulsó a un jugador local, el que lo increpó duramente. Esto incitó la reacción de un centenar de fanáticos que se metieron a la cancha con la intención de agredirlo.

 

Palomino corrió por su vida literalmente y tuvo que saltar una alta reja para evitar ser literalmente linchado por la turba desquiciada.

Ahora en Perú se esperan las más altas penas para el club local, el que arriesga la desafiliación.