Real Madrid venció 2-1 al Ajax como visitante en la Champions League y dejó muy bien encaminada su clasificación a los cuartos de final. Por ello, Sergio Ramos aseguró en zona mixta que forzó una tarjeta amarilla para limpiarse y no estar en la vuelta.

"Viendo el resultado mentiría si dijera que no la he forzado, es algo que tenía presente y no es por subestimar al rival ni pensar que la eliminatoria se ha pasado, en el fútbol te toca tomar decisiones complicada y lo he decidido así", manifestó el capitán de los merengues.

La UEFA con estas declaraciones podría sancionar a Ramos por dos partidos, a modo de castigo por forzar la tarjeta amarilla y no cumplir con el fair play. Incluso, en 2010 el español fue multado económicamente por lo mismo.

De todos modos, el capitán del Real Madrid reaccionó rápidamente por Twitter y negó todo: "quiero dejar claro que me duele más que a nadie, que no he forzado la tarjeta, como tampoco lo hice contra la Roma en mi anterior partido de @ChampionsLeague, y que apoyaré desde la grada como un hincha más con la ilusión de poder estar en cuartos".