Racing de Gabriel Arias y Eugenio Mena tuvo que sufrir en el arranque, pero terminó siendo superior y por poco no se lleva un triunfo. Este martes la academia de los chilenos igualó 1-1 con Sao Paulo y dejó abierta la llave por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El cuadro dirigido por Juan Antonio Pizzi estuvo errático en el inicio, pero logró reponerse para controlar el juego. Eso sí, los brasileños no dieron su brazo a torcer y dejaron un claro mensaje de cara a la vuelta en Argentina.
Gol y reacción agónica
El partido comenzó muy apretado para ambas escuadras, pero poco a poco se fueron generando los espacios. En una entretenida media hora, Sao Paulo presionaba para abrir el marcador y consiguió su premio en los 35’ minutos de juego.
Arias intentó cortar un centro abajo, pero se mandó un tremendo error. El arquero chileno no amortiguó bien la pelota y la dejó rebotar, cayendo en los pies de Vitor Bueno, que había ingresado hace solo cinco minutos. Eso sí, el guardameta se reivindicó después de regalar el 1-0 con un tapado notable.
Pero en Racing no querían ceder terreno y comenzaron a presionar en la portería rival. Fue así que, cuando el primer tiempo terminaba y el reloj estaba en los 46’, Enzo Copetti recibió de espalda al arco y sacó un zapatazo imposible para Tiago Volpi. Así, llegaban al 1-1 justo en la última jugada y dejaban en llamas el complemento.
Más Racing, pero no alcanzó
En Racing entendieron que lo mostrado en la última parte de la primera mitad era lo que querían hacer. Adueñándose de la pelota, fueron mucho más peligrosos pese a no tener la mayor cantidad de acercamientos.
Arias aportaba con solidez en el arco, pero en la definición la academia no estuvo bien. De hecho, el propio Mena tuvo un cabezazo solo frente a la portería, pero lo terminó enviando a cualquier parte. El encuentro poco a poco se acercó al final hasta que el juez decidió tocar el silbato.
Racing rescata un buen empate en Brasil y, gracias al gol de visita, queda con grandes posibilidades de avanzar a los cuartos. Eso sí, primero hay que sacar adelante la tarea en Argentina, algo que no estará nada de fácil ante un Sao Paulo que, pese a todo, se las arregla para meter miedo.
