El Real Betis de Manuel Pellegrini y Claudio Bravo, quien fue titular, logró el histórico hito de clasificar a la final de la Copa del Rey al igualar 1-1 frente a Rayo Vallecano en condición de local para conseguir su el pase al partido decisivo luego de haber ganado con marcador de 2-1 en la ida de las semifinales.

El técnico chileno la dio un voto de confianza al capitán de la Roja a pesar que en el fin de semana no tuvo su presentación más brillante en el derbi andaluz con cierta responsabilidad en los dos goles con el que Sevilla se logró llevar tras puntos importantísimos en su lucha por La Liga.

El partido fue vibrante en su totalidad pero todas las emociones quedaron para la segunda mitad en un Benito Villamarín con un ambiente electrizante pero fue la visita la que se fue arriba con un tremendo tiro libre del brasileño Bebé a 10 minutos del final en el que poco pudo hacer el guardameta bético ante la violencia del disparo.

Parecía que las acciones se iban al alargue para complicarle la vida a los del Ingeniero, pero sus movimientos resolvieron las acciones. Un tremendo pase largo de Bravo se la puso en el pie a uno de los ingresados, Joaquín, quien la filtró para Sergio Canales y este remató con la pelota yendo lento hacia el arco donde apareció otro de los cambios, Borja Iglesias, para empujarla y desatar la locura.

El 1-1 le valió al Betis para clasificar a la final gracias a un marcador global de 3-2 y ahora anotarse en la quinta final de la Copa del Rey de su historia, siendo la primera desde 2005 cuando consiguieron el título. Valencia será su rival el 23 de abril en el estadio La Cartuja de Sevilla.