Lionel Messi ganó todos los torneos que disputó en su carrera y tiene un palmarés envidiable. Sin embargo, hay una competencia que puede ser una deuda para el argentino: la Copa Libertadores. Al no haber jugado jamás en Sudamérica no sabe la pasión que se siente en el certamen más importante de la Conmebol, por lo que se le hizo una invitación.

Fue Alejandro Domínguez, presidente de la entidad que rige el fútbol sudamericano, quien señaló que le hizo la petición a la Pulga para que en el final de su carrera se entusiasme a vivir este torneo que en Chile este año lo jugarán Colo Colo, Ñublense, Magallanes y Curicó.

"Cuando la Argentina ganó la Copa América, le dije a Leo que había conseguido el primero de los tres objetivos que tenía por delante", comenzó señalando en charla con ESPN. 

Agregó después el dirigente guaraní que "cuando ganó la finalísima, ya tenía dos de tres. Y cuando ganó el Mundial, eran tres de tres", detalló sobre la buena relación entre ambas partes.

Por eso es que al levantar la copa del mundo le señaló al oído que debía animarse a jugar en el continente que lo vio nacer. "Le dije que ahora lo único que le faltaba era la Libertadores", comentó Domínguez.

Aprovechando el vuelo, quiere hacer un 2x1. "Lo que le dije a (Lionel) Messi, también se lo dije a Fideo (Ángel Di María)", aunque ambos no podrían jugar en el mismo elenco debido a que la simpatía del crack del PSG es por Newell's, mientras que Di María alienta a Rosario Central, el rival de la ciudad.

Messi recibió un especial pedido del presidente de la Conmebol (Getty)

Messi recibió un especial pedido del presidente de la Conmebol (Getty)

La Libertadores es un torneo especial que, por ejemplo, Diego Armando Maradona nunca disputó. Pudo hacerlo en 1982 con Boca Juniors, pero fue citado al Mundial de España por César Luis Menotti que concentró durante cuatro meses a los seleccionados argentinos y eso impidió al Diego disputar el certamen.

Maradona sí disputó la Supercopa con la camiseta de Boca en 1997, donde enfrentó a Colo Colo en el estadio Monumental. Ese encuentro terminó por 2-1 a favor de los albos y significó el penúltimo duelo en su carrera.