Carlos Lampe es la gran figura del fútbol argentino en la actualidad. El arquero boliviano, con paso por Huachipato y Boca Juniors, es el puntal de Atlético Tucumán, que marcha invicto y no recibe un gol hace seis fechas.

El meta, muy recordado en nuestro país por hacer tiempo con la selección altiplánica, llegó a reforzar al elenco del norte de Argentina desde Vélez Sarsfield, donde apenas pudo jugar un compromiso. Y su llegada le dio un salto de calidad a los dirigidos por Lucas Pusineri.

En 9 fechas que ha atajado solamente le han convertido un gol. De hecho terminó julio con la valla invicta, completando ya siete juegos sin recibir goles, lo que tiene al elenco tucumano en la cima de la tabla con 25 puntos, cuatro por encima de su más cercano perseguidor.

Su efectividad en atajadas es grandiosa. Según Sofascore, sitio de estadísticas, alcanza el 96%. Un hecho que es muy llamativo para uno de los elencos más humildes y que sueña con alcanzar su primera estrella.

El fin de semana, tras ganarle a Newell's 2-0, Lampe superó su propia marca de minutos invicto (598′ en San José en 2011) y en Argentina hablan de que pulverizó marcas como las de Francisco Ruiz en primera (405′ en 1978), Roberto Ponce en la Federación Tucumana (647′ en 1969) y Lucas Ischuk en el Nacional B (570’ en la temporada 2008/09).

Aseguran además que no puede salir a la calle porque se ha transformado en ídolo con los 688 minutos que lleva sin recibir goles. "Ansiaba esta noche", comentó el boliviano luego de vencer a Newell's y preparándose para el próximo desafío este sábado, ante Arsenal en Buenos Aires.