Tres chilenos fueron enviados a prisión en Inglaterra tras declararse culpables de robos organizados en Chesire, ciudad donde solía vivir el ex entrenador de Manchester United, Sir Alex Ferguson.

Según reportó la BBC uno de los ladrones, identificado como Nicolás Carrasco, habría sido jugador profesional de fútbol en Chile, sin embargo en Redgol no pudimos corroborar dicha información del compatriota de 26 años.

Tras indagar en los reportes policiales, se puede presumir que lo narrado por Carrasco en la corte fue utilizada como excusa y una manera de suavizar la condena basándose en la historia de un ex futbolista que "claramente había caído en tiempos difíciles", según la transcripción de sus declaraciones.

Carrasco fue encarcelado junto a su hermano Alexis y otro chileno llamado Joel Ureta, luego que los tres se declararan culpables de haber ingresado a robar en 7 casas del condado inglés, lugar donde viven muchos futbolistas que juegan en la Premier League.

Durante el juicio realizado a los ladrones, trascendió que el modus operandi del trío criminal constaba de un auto que fue arrendado en el aeropuerto de Manchester con nombres y documentos falsos, misma estafa que utilizaban para registrarse y dormir en distintos hoteles de la ciudad.

Los tres chilenos, que según el reporte policial utilizaban modernos pasamontañas, robaron miles de dólares en dinero y especies de las diversas casas donde operaban, incluyendo más de un millón de pesos en joyas sustraídas a una viuda de 75 años. 

El juez a cargo del caso, Steven Everett, aseguró que los crímenes cometidos por el trío no formaban parte de casos aislados, sino más bien de una red organizada con contactos previos en el país, dada lo cuidadoso y preciso de las casas donde cometieron los ilícitos.

Tras se acusados por 7 cargos, Nicolás Carrasco fue sentenciado a cuatro años de carcel efectiva, mientras que Alexis Carrasco y Joel Ureta recibieron una pena de 4 años y 8 meses, debido a que ambos contaban con condenas previas en Chile por robo e irrupción ilegal a viviendas.

Además de la sentencia impuesta, el juez Everett ordenó que los chilenos fueran deportados una vez que cumplan la sentencia completa, con lo que espera enviar una señal ejemplificadora a quienes quieran seguir el pésimo ejemplo de los tres ladrones.