En una temporada que parecía ir en franca mejora para Barcelona, llegó el peor día en la era de Xavi Hernández en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League en el que el Eintracht Frankfurt sorprendió al imponerse 3-2 en el Camp Nou para imponerse con marcador global de 4-3.

Sin embargo, lo que pasó en el terreno de juego no fue lo único malo para la afición culé que vivió una jornada negra en las gradas pues la parcialidad fue prácticamente local pues lograron ingresar hasta 25 mil aficionados visitantes, algo que fue muy sorpresivo y que terminó causando un gran malestar.

En un principio se había informado que la institución blaugrana había puesto a la venta 5 mil entradas para los germanos pero rápidamente se evidenció que no fue así pues habían muchísimas personas vestidas de blanco fuera de la zona que estaba establecida para que se situaran en el recinto.

De hecho, esto causó que la barra de animación de los azulgranas se retirara en el descanso y no regresara sino hasta la fracción 55 ante la necesidad que tenían los suyos de remontar, algo que no sucedió.

Esto hizo que el entrenador de Barcelona, Xavi Hernández, mostrara su molestia con la situación. "Me sorprende que haya habido tanta gente del rival en la grada, el club debería mirar ahí. Caer hoy sí puede ser un fracaso, hay que levantar la cabeza y seguir adelante", puntualizó.