En nuestro país recordamos el Mundial de 1962 como una gran proeza a nivel deportivo y administrativo, sobre todo por el terremoto que azotó Chile dos años antes, el más fuerte registrado en la historia.

Asimismo, el épico tercer lugar logrado por la selección nacional hace que ese campeonato sea inolvidable y valorado por los chilenos. Pero no así para los suizos...

El diario Neue Zürcher Zeitung publicó un reportaje titulado: "Ataques y anarquía: hace 60 años se disputó en Chile el Mundial más duro e injusto de la historia".

El artículo, elaborado en el marco del aniversario n°60 del Mundial de 1962, repasa el momento histórico que vivía el país y no escatima en críticas a la organización.

“La Copa del Mundo de 1962, dos años después de un devastador terremoto, fue una hazaña casi imposible y al mismo tiempo, el torneo de fútbol más feo jamás disputado, glorificado por el mago brasileño Garrincha, que debería haber sido suspendido en la final”, afirma el medio.

Luego, rememoran algunos de los pasajes de aquella Copa del Mundo: “Para Chile, la victoria sobre Italia en la patrióticamente adornada ‘Batalla de Santiago’ significó un puente hacia una frágil normalidad".

Y recuerdan: "El comentarista de la BBC, David Coleman, pronunció el veredicto más duro cuando anunció que se grabaría el partido: ‘Lo que están a punto de ver es la representación más estúpida, espantosa, repugnante y degradante del fútbol en la historia del fútbol'”.

También citan a los periodistas italianos Corrado Pizzinelli de La Nazione y Antonio Ghirelli de Corriere della Sera, quienes decían en aquel momento: “La metrópoli de Santiago es un pantano asqueroso, los teléfonos no funcionan, un telegrama cuesta una pierna y un brazo y los taxis son tan raros como maridos fieles”.

En el diario además aseguran que Brasil no fue un justo ganador, pues Garrincha debió ser suspendido para la final contra Checoslovaquia.

El equipo de Brasil antes de la final de 1962 (Getty)

El equipo de Brasil antes de la final de 1962 (Getty)

“En 1962, la carrera del joven genio Pelé parecía haberse quemado y terminado. Y, sin embargo, Brasil ganó el campeonato mundial de fútbol con el fabuloso héroe popular de piernas arqueadas Garrincha, que había sido suspendido para la final”, afirman.

Finalmente, cuestionan a Joao Havelange, presidente de la CBF en ese entonces: “Garrincha había sido suspendido para la final. Pero João Havelange, quien más tarde se convirtió en jefe de la FIFA, hizo su parte. Havelange era hijo de un traficante de armas, abogado y originalmente jugador de waterpolo antes de revolucionar la asociación mundial de fútbol, y fue condenado por corrupción en años”.