Este domingo el Real Betis de Manuel Pellegrini derrotó en tanda de penales al Valencia en La Cartuja y se proclamó campeón de la Copa del Rey.

Claudio Bravo y los otros jugadores del plantel celebraron hasta altas horas de la noche en una discoteque, incluso haciando karaoke, siempre comandados por su capitán, Joaquín.

Al día siguiente la plantilla del Betis y el mismo entrenador chileno compartieron el trofeo con los aficionados mientras recorrían la ciudad en un autobús descapotable.

Más tarde llegaron al Ayuntamiento de Sevilla, donde celebraron el título junto a miles de simpatizantes, para luego dirigirse a la catedral de la ciudad.

Allí fueron recibidos por el Arzobispo que les recordó a los jugadores que son "referentes para la gente con su trabajo de superación".

"En casi un año no había visto la televisión, pero mi primer rato de televisión fue vuestro partido y vi hasta el último penalti", reconoció.

Acto seguido, Pellegrini y Joaquín realizaron la tradicional ofrenda floral y de la Copa del Rey a la Virgen de los Reyes, patrona de Sevilla.

En la noche el plantel se transportará al estadio Benito Villamarín para una gran fiesta de luces y música, con una pantalla gigante.