Tras el pitazo final de la amarga final de la Copa Libertadores para River Plate ante Flamengo, Marcelo Gallardo se dedicó a levantar uno por uno a sus jugadores, incluido Paulo Díaz.

Napoleón se pasó con la frente en alto, pero el dolor era no menor y, por lo mismo, también tuvo sus segundos de desahogo y así lo captó la transmisión oficial.

El Muñeco se dejó caer en el hombro de Marcelo Tulbovitz, su preparador físico y ex profe también de Martín Lasarte en Chile, y ahí estuvo un rato, recibiendo la calidez de la mano derecha de su asistente.

Gallardo es el entrenador más exitoso de la historia de River Plate, con una Copa Sudamericana y dos Copa Libertadores a su haber, pero esta fue su derrota más dura. Sobre todo por la forma.