Paulo Díaz jugó la final de la Copa Libertadores pero, seguramente, no será un recuerdo lindo tras la agónica derrota de River Plate ante Flamengo, que se quedó con el trofeo.

El chileno entró a los 77’ cuando el Millonario ya aguantaba, extenuado por el esfuerzo físico en lo que había sido un buen partido. No obstante, Gabigol aprovechó las dos que tuvo y todo se derrumbó.

Al sonar el pitazo final, el nacido en Palestino se tiró al suelo, lamentándose, con el dolor propio de perder una final y de esa manera.

Ahí fue cuando apareció el líder, Marcelo Gallardo. El DT fue levantando uno a uno a sus futbolistas, incluido Díaz, para luego recibir con hidalguía la medalla del segundo puesto.