El Real Betis va en busca de una nueva página de gloria en su historia este sábado y lo hace de la mano de chilenos. Desde las 16:00 horas, el equipo de Claudio Bravo y Manuel Pellegrini enfrenta al Valencia en la gran final de la Copa del Rey 2021/22.
Los verdiblancos han tenido una de las mejores campañas en sus 114 años, alcanzando récords de triunfos con el Ingeniero en la banca. Para ello, una de las piezas fundamentales ha sido el arquero de la selección chilena, que tomó un rol clave en el plantel.
Claudio Bravo es uno de los jugadores más experimentados y con el mayor palmarés dentro del Real Betis, lo que lo transformó en un líder tanto dentro como fuera de la cancha. En la última fecha, donde cayeron frente al Elche, no estuvo presente guardándose para la final.
Sin embargo, este viernes en conferencia de prensa, Manuel Pellegrini habló del once que saltará a la cancha a enfrentar y jugó al misterio con la portería. El Ingeniero no adelantó quien estará bajo los tres palos, instalando la duda.
El técnico del Betis abordó la lucha en la portería entre Claudio Bravo, Rui Silva y Joel Robles con miras a la final de la Copa del Rey. Consultado por quién de ellos sumará minutos, se hizo el loco. “Tenemos tres porteros, ya veremos mañana quién juega“.
Claudio Bravo tira el curriculum encima para jugar la final
Claudio Bravo es un hombre de definiciones y eso bien que lo saben los hinchas chilenos. El arquero ha logrado brillar cada vez que se le ha necesitado en finales, dejando postales imborrables y que hoy lo perfila como titular en la Copa del Rey.
Con las camisetas de Colo Colo, Barcelona, Manchester City y Chile, el guardameta se ganó el respeto de todos con grandes actuaciones. Ahora va por un nuevo título a tu palmarés junto al Real Betis, equipo con el que buscará también sacarse una espina.
Claudio Bravo ha sido campeón de la Copa del Rey en dos ocasiones (con los Culé), pero en ninguna de ellas fue titular. La tercera será su revancha y, con la experiencia adquirida con los años, espera poder volver a tener una noche dorada para llegar a lo más alto, como tantas otras veces lo hizo.