El fútbol uruguayo llegó a acuerdo para reanudarse el 15 de agosto, luego de tres meses de receso por la emergencia sanitaria. Y sus protagonistas hacen planes para que el retorno sea de la mejor forma.

Es el caso de Christian Bravo, que deberá cumplir un extenso protocolo antes de incorporarse a los trabajos colectivos de Peñarol, al mando del entrenador Diego Forlán.

El delantero chileno planea un viaje de 24 horas para cubrir la distancia que existe entre Santiago y Montevideo, vía Mendoza, en un recorrido terrestre de casi 1.900 kilómetros.

De esta manera, el ariete nacional evitará las complicaciones surgidas por el cierre de los aeropuertos en gran parte del continente sudamericano.

Pero no será lo único. Cuando llegue a Uruguay, Bravo tendrá que realizar una estricta cuarentena de 14 días antes de que pueda integrarse a los entrenamientos del elenco mirasol.

De esta manera, se espera que el chileno recién esté disponible para su equipo en la última semana de junio, siempre a la espera de lo que dicten las autoridades sanitarias locales.

Bravo alcanzó a jugar dos partidos oficiales en su nuevo equipo, por el torneo uruguayo y la Copa Libertadores. El certamen sudamericano quedó suspendido justo cuando el equipo del chileno enfrentaría a Colo Colo por la fase de grupos.