Christián Bravo llegó a principios de 2020 a un gigante del fútbol uruguayo y sudamericano como lo es Peñarol de Montevideo. El Plancha, quien hace patria en tierras charrúas, confesó que extraña todo del fútbol.

En conversación con el CDF, Bravo señaló que "llevamos dos, tres meses de para y me imagino lo que debe ser retirarse, el tomar esa decisión. No es tan drástico lo nuestro porque seguiremos jugando, pero imagínate todo lo que llevamos encerrados en casa, ya estamos desesperados".

"Yo estoy desesperado por volver a jugar. Se extraña el camarín, entrenar con los compañeros (...) Extraño hasta los insultos de los rivales", agregó el ex Universidad Católica.

Christián Bravo llegó a principios de 2020 a Peñarol de Uruguay

Christián Bravo llegó a principios de 2020 a Peñarol de Uruguay

Además, el formado en Universidad de Chile recordó su etapa en el club laico: "Llegué a los 8 años a la U y me comí todo el período de quiebra, entrenando en las canchas de maicillo, atrás en el Caracol Azul. A veces nos prestaban un pedazo de pasto, pero la gran parte del entrenamiento era en maicillo. Compartimos ese período con jugadores como "Chinito" Martínez, Igor Lichnovsky, Nicolás Maturana, Valber Huerta y Ángelo Henríquez, entre otros".

Finalmente, el Plancha reconoció su profunda tristeza por la eliminación de la selección chilena Sub 20 en el Mundial de Turquía 2013 ante Ghana: "Una de las penas que tenemos todos los que fuimos, fue una eliminación fea e injusta. Me duelen varias cosas, el haber tenido el partido en el bolsillo. Teníamos todo ganado y nos hacen el gol del empate y luego el otro enseguida, fue un desastre".

"Nos marcó como generación, el camarín estaba muy dolido, no nos hablamos en horas. La impotencia era que jugábamos bien, no nos habían pasado por arriba ni nada. Si te fijas en los nombres ahora, era un equipazo", añadió.