La mayoría piensa que haber pedido el cambio y llorar en pleno partido de tu equipo por la liga ecuatoriana, ante millones de espectadores en el estadio, por TV y en redes sociales; es muestra de debilidad. De hecho, en la banca y en la cancha te exigían fuerza y que siguieras jugando. Pero no es así. No hay nada más valiente que llorar ante ellos, Byron Castillo.

Una sabia me dijo que nada se fortalece en el ego, en la represión de los sentimientos. Hay que fortalecerse en la verdad, hay que preguntarse 'quién soy'. Uno mismo, mirándose al pecho. La respuesta te dará la libertad, te librará de ataduras. Esas lágrimas son el comienzo de ese camino a la felicidad plena, Byron Castillo.

El llanto es el flujo del río del alma, que brota con la verdad y libera. Y sana. Yo no sufrí ni un décimo de tu vida. Si es cierto que tus papás arrancaron de la guerra, si es cierto que inescrupulosos se aprovecharon de tu talento indocumentado, si estás dando cara por todos ellos... dilo. No al resto. A ti. Reconcíliate contigo, vive en tu verdad, Byron Castillo.

Te entrenaste como el que más para ser lo que eres. Y mereces mucho más, pero no eres un súper hombre. Eres una persona de carne y hueso que sufre, que padece. Como tu madre, tu mujer y tus hijos. Esa persona vive oculta en el cuerpo de un ídolo de redes sociales. Lo que te hizo colapsar fue la culpa por no sentir. Tu corazón quiere hablar, Byron Castillo.

Los que de verdad saben de esto creen que viene una solución salomónica: condena para ti y salvavidas para Ecuador. A Chile ni pan ni pedazo. Si lo piensas, ese será el comienzo, lo cierto, la verdad. Tienes un talento de la puta madre y vendrá otra oportunidad. Pero desde un alma limpia, no desde la imagen que corrompieron los cuervos del fútbol, Byron Castillo.

Sigue llorando. Los que amamos el fútbol lloraremos contigo, porque todo esto nos mata un poquito, ¿sabes? Y quién sabe si en 2026 te vemos en el Mundial, y antes ganaste una Libertadores, una Champions, o nada. ¡Quién sabe! No se trata de eso. Se trata de tu libertad. Y esa victoria está dentro de ti, esa victoria te sanará, Byron Castillo.